24 de octubre de 2000 -Clarin-

INVESTIGACION JUDICIAL:

PIDIO "GARANTIAS CONSTITUCIONALES"

Una diputada evitó hablar sobre una beba perdida.Es Norma Godoy (PJ) · La esperaban ayer, pero presentó un hábeas corpus · Tenía que declarar como imputada por el caso de una beba desaparecida en Mar del Plata · Podrían volver a citarla

GUILLERMO VILLARREAL. Mar del Plata.

La diputada Godoy espera la respuesta de la Cámara. Ayer dijo sentirse "zarandeada" por el juez y el fiscal.

La diputada nacional Norma Ancarani de Godoy no se presentó ayer ante la Justicia marplatense, donde debía declarar en la causa por la desaparición de una beba que podría tener relación con una organización dedicada al tráfico de bebés. La legisladora presentó un recurso de hábeas corpus invalidando la citación, porque, según argumentó su abogado, "no se conocen los elementos por los cuales es imputada", y pidió "garantías constitucionales".

Sin embargo, para Daniel Reoyo, abogado de Carlos Cigarreta y Cristina Ortizá —padres de la beba desaparecida—, la presentación que hizo Godoy "no es un recurso válido", porque no se la procesó. "Es como apelar una sentencia que no existe", dijo a Clarín una fuente judicial. En los tribunales locales se interpretó la medida de la diputada como "una estrategia para dilatar la situación". Ayer, en declaraciones a la FM 99.9 de Mar del Plata, la legisladora denunció una campaña en su contra: "Hay evidentemente una mano política muy pesada, también periodística, obviamente muy bien acompañada", dijo Godoy. Al no haber detenidos en la causa que investiga el juez Pedro Federico Hooft, la Cámara de Apelaciones no tiene plazos legales para responder el recurso. De todos modos, se estima que la resolución de los camaristas podría conocerse dentro de las próximas 72 horas. Luego, el juez Hooft podría volver a convocar a la diputada.

Hooft tampoco recibió en la mañana de ayer a Mabel Behal —ex funcionaria de María Julia Alsogaray— ni a su esposo, el ingeniero Oscar Banchio, a quienes también había citado a declarar por el caso. Hubo un escrito del abogado del matrimonio, Arturo Goldstraj, excusándolos por encontrarse de viaje. Tanto Godoy como Behal habían sido citadas la semana pasada como imputadas no procesadas en la causa por "sustracción de menor, supresión de identidad y falsificación de documento público". También había sido citada y no se presentó la hermana de la legisladora, Lucrecia Ancarani de Pernigotti. En su momento, Behal se negó a realizarse estudios de ADN ordenados por Hooft, para probar su lazo biológico con una de sus hijas, nacida en la misma época que Rocío Cigarreta, la beba que ahora busca la Justicia.

Mediante un sistema de rastreo de llamadas telefónicas, los investigadores probaron que el día del nacimiento de Rocío (23 de abril de 1997), en la Clínica del Niño de Mar del Plata, hubo comunicaciones entre una de las fundaciones que preside la diputada Godoy, su hermana Lucrecia, en Misiones, y la clínica. Se habló entonces de una eventual triangulación entre Buenos Aires, Misiones y Mar del Plata para la supuesta entrega de la bebé, según las investigaciones del fiscal porteño Norberto Quantín. El abogado de Godoy, César Sivo, descartó que la diputada esté vinculada a la causa porque "se conocen los números telefónicos, las llamadas que entran o salen, pero no el interlocutor ni el contenido del diálogo". Sivo entiende que "no están resguardadas" las garantías constitucionales del derecho a defensa de la legisladora ya que —agregó— no pudieron leer los 20 cuerpos que componen el expediente Cigarreta. Norma Godoy comenzó en diciembre del año pasado su segundo mandato en la Cámara de Diputados, ocupando el sexto lugar en la lista de candidatos del PJ bonaerense. Había llegado a la Cámara baja en 1995, entonces ubicándose políticamente de lado de Carlos Menem. "Dénme las garantías constitucionales que tiene cualquier ciudadano y Norma Godoy no tiene drama en ir", dijo ayer. Y consideró que ella y su hermana "estamos siendo zarandeadas como si fuéramos juguetes del juez Hooft y del fiscal Quantín".

Un recurso que garantiza la libertad

El recurso de hábeas corpus —que es lo que interpuso la diputada Norma Godoy para evitar ser interrogada— está previsto en la Constitución. Es una figura jurídica que prevé que toda persona que crea que su libertad física está en riesgo tiene derecho, presentando el hábeas corpus, a que esa libertad le sea garantizada, según explicó ayer a Clarín el constitucionalista Gregorio Badeni. El abogado señaló que no es habitual que los hábeas corpus se presenten ante la inminencia de una indagatoria, como en este caso. "Más bien fue pensado como una protección para los ciudadanos ante una orden de detención ilegal", dijo. Presentado el hábeas corpus ante cualquier juez, lo que corresponde es que el pedido se resuelva "lo antes posible". Para eso, debe averiguar si hay una orden de captura contra esa persona, y si esa orden es legítima o no. Si es ilegítima, debe ordenar de inmediato su libertad. Sin embargo, Norma Godoy no es una ciudadana común, sino una legisladora. Y, por lo tanto, su libertad está garantizada por sus fueros, no por un hábeas corpus. "Hasta que el Congreso no se los quite no podría ser detenida", explicó Badeni. El mes pasado, con el escándalo por las presuntas coimas en el Senado, se reformó la ley que regula los fueros. Como ya pensaban algunos jueces, se estipula que —aunque no puede ser detenido— quien tiene fueros sí puede ser interrogado.

La historia paso a paso

ABRIL 1997. EL PARTO. La tercera hija de Cristina Elizabeth Ortizá (27) y Carlos Horacio Cigarreta (34) nació el 23 de abril en la Clínica del Niño, en Mar del Plata. Fue otra nena; la llamaron Rocío. Tres días después del parto, los médicos le informaron al matrimonio que la bebé había muerto.

JULIO 1997. PRIMER ANONIMO. Los Cigarreta apenas tuvieron a Rocío en brazos, porque pesaba medio kilo y enseguida se la llevaron a una incubadora. Les dieron un cuerpo y lo enterraron. Hasta que un llamado telefónico los alertó: alguien, que no se identificó, les reveló que ese cuerpo no era el de Rocío.

MARZO 1998. LAS CERTEZAS. Los Cigarreta hicieron la denuncia. Y un juez, Ricardo Favarotto, ordenó exhumar el cadáver para someterlo a estudios genéticos. Se comprobó que lo que decía el anónimo era cierto: la bebé enterrada no era hija de Ortizá. Se abrió un nuevo expediente judicial para investigar la misteriosa desaparición de Rocío.

DICIEMBRE 1998. EL SILENCIO. El juez Favarotto admite: "La causa está agotada". Los investigadores no consiguen develar quién y cómo se llevó a Rocío de la clínica marplatense. En marzo el expediente es archivado.

JUNIO 1999. OTRO ANONIMO. Llega una carta al despacho del fiscal de Cámara porteño Norberto Quantín, que había investigado el tráfico de bebés. "Urgente", se leía en un sobre sin remitente. Ahí se sugería que la diputada nacional Norma Ancarani de Godoy había entregado a Rocío a Mabel Behal, colaboradora de María Julia Alsogaray en la Secretaría de Recursos Naturales.

AGOSTO 1999. LOS AVANCES. Un nuevo juez, Pedro Hooft, confirma que Behal tiene una hija nacida en la misma época, anotada en el Registro Civil de Misiones tras nacer —supuestamente— en una clínica de ojos. Además, detecta llamados cruzados entre Godoy, Behal y una hermana de Godoy, Lucrecia, que también vive en Misiones.

ABRIL 2000. LOS ESTUDIOS. Hooft ordena realizarle estudios de ADN a la hija de Behal porque sospecha que podría ser Rocío Cigarreta. Los hacen en el Hospital Durand de Buenos Aires. Aunque dan resultado negativo, el juez no queda conforme y ordena más pericias.

JUNIO 2000. LAS AMENAZAS. Los Cigarreta no dejan de recibir anónimos amenazantes. Pero el 23 de junio les llega una carta curiosa: les dicen que su bebé, en realidad, era un varón. Y que vive en España. Ellos desconfían.

JULIO 2000. MAS CERCA. Mientras el Gobierno provincial fija una recompensa de 50.000 pesos para quien aporte datos del caso, Hooft allana las clínicas de Mar del Plata y Misiones, y el Registro Civil de esa provincia.

OCTUBRE 2000. LAS SOSPECHAS. El 17 de octubre, el juez llega a la conclusión de que la diputada Godoy tiene que ser interrogada. Y la cita a declarar en calidad de sospechosa

"Suma puntos en contra"

"Sumaron diez puntos en contra", dijo Cristina Ortizá, la mamá de Rocío Cigarreta, al enterarse de que la diputada Norma Godoy no se había presentado a declarar. "Les guste o no, ella, su hermana y Mabel Behal van a tener que presentarse", explicó la mujer. Uno de los argumentos que expresó la legisladora es que no se les permitió leer el expediente, pero Ortizá entiende que "es una excusa que no tiene fundamento válido". Es que las investigaciones que llevó adelante el equipo del fiscal Norberto Quantín llegaron a la Fiscalía General de Mar del Plata en agosto de 1999. Entonces ya se conocían los resultados de los cruces telefónicos entre una de las fundaciones de la diputada, su hermana en Misiones y la clínica donde nació Rocío. "Tiempo tuvieron, por eso no pueden decir que desconocen la causa, y mucho menos preguntarse qué se les imputa", agregó Ortizá. Su abogado, Daniel Reoyo, denunció ayer ante la Justicia que lo llamaron desde un celular y lo amenazaron así: "Pará un poco, porque estás enfermo de muerte".