24 de octubre del 2000-LA NACION-

La diputada Godoy dejó esperando al juez

La legisladora del PJ, sospechada por la desaparición de una niña, no se presentó a declarar.

MAR DEL PLATA.- Convencida de que no cuenta con las debidas garantías constitucionales y de que es víctima de una conjura política y mediática, la diputada nacional (PJ) Hilda Norma Ancarani de Godoy no se presentó ayer ante el juez Pedro Federico Hooft, quien la había citado para tomarle declaración informativa en la causa por la que investiga el destino sufrido por la beba Rocío Cigarreta, desaparecida poco después de haber nacido, en abril de 1997.

Tampoco se hicieron presentes en el juzgado Lucrecia Ancarani, hermana de la legisladora, y Mabel Behal, amiga de ambas y ex jefa de gabinete de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación, durante la gestión de María Julia Alsogaray, quienes debían cumplir idéntico trámite que la diputada. La primera se amparó en las mismas razones que su hermana, y la restante no pudo llegar al juzgado, pues está de viaje. Godoy faltó a la cita luego de que el doctor César Sivo, uno de los siete letrados que la asisten, presentó un hábeas corpus ante la Cámara Penal.

El escrito sostiene que "se desconocen los elementos de convicción y la imputación que le hace el magistrado", tal como explicó el abogado. "Además -añadió-, no están resguardadas las garantías constitucionales de mi clienta, en lo que hace al derecho de defensa, pues no se nos permite leer el expediente tranquilamente.

" Campaña en su contra"

La señora, por su parte, reveló que a lo anterior debe sumarse que está sufriendo una "campaña política en contra, detrás de la cual hay una mano muy pesada y una campaña periodística muy bien acompañada". En el reportaje que concedió a la emisora local FM 99.9, Godoy se quejó, además, de que se ha puesto en duda "su honra, su prestigio, su trayectoria y se ha dañado irremediablemente a su familia". "No merezco semejante paliza, porque no hice nada y tampoco merezco ser zarandeada como si fuera un juguete de Hooft o de Quantín", clamó la legisladora. La referencia a los funcionarios viene a cuento, pues tanto el magistrado como el fiscal de cámara porteño Norberto Quantín sospechan que la diputada podría estar ligada a una organización dedicada al tráfico de menores. Ambos funcionarios están convencidos de que las dos causas están relacionadas, por lo que el intercambio de información y la complementación en las sucesivas diligencias ordenadas son permanentes. Entre las cuestiones que sustentan esta teoría se cuenta la causa 50305/98 abierta por el fiscal Lucio Herrera, colaborador de Quantín, en la que se investigó a la diputada, a Lucrecia y a Behal. Esa tarea concluyó en que las damas podrían estar vinculadas con "una organización ilícita dedicada a la triangulación de niños, desde Misiones y Mar del Plata hacia Buenos Aires", tal como consta en el expediente mencionado.

Adopciones bajo sospecha

También quedaron a la intemperie las irregularidades que se cometieron en la adopción de la hija mayor de Behal y las que se habrían efectuado al inscribir a la segunda niña de la mujer como su hija biológica. Quantín y Hooft no descartan que esta última podría ser la desaparecida Rocío Cigarreta. Como se recordará, la pequeña nació en la Clínica del Niño y La Madre, el 23 de abril de 1997 y falleció tres días más tarde. No obstante, sus padres recibieron un anónimo, tres meses después, en el que se les aseguraba que el cadáver que habían enterrado no era el de la beba, lo que se comprobó al exhumarlo.

Durante la investigación conducida por Hooft, a la que deben añadirse los aportes de Quantín, se detectó que hubo contactos telefónicos entre el nosocomio marplatense, las fundaciones que preside Godoy y el domicilio de Lucrecia, en Misiones, por aquellos días. También se comprobó que desde la oficina de Behal se llamó en unas veinte ocasiones al sanatorio marplatense y a algunos profesionales vinculados con el establecimiento, entre marzo y junio de 1997. Mientras la Cámara Penal resuelve el hábeas corpus presentado por Godoy -en 72 horas habría novedades-, una fuente judicial adelantó a La Nación que si el tribunal rechaza el recurso, Hooft volverá a citar de inmediato a las mujeres que ayer lo dejaron esperando.

Oscar E. Balmaceda